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¿Por qué es tan importante el plurilingüismo en el ámbito laboral?

Entrevista a Nicolas-Louis Boël para HR Square

31 de octubre de 2023

En todo el mundo se hablan varios miles de idiomas, y muchos países tienen más de un idioma oficial. En muchas profesiones, ser multilingüe es incluso un requisito previo, ¡y una ventaja! Para responder a las necesidades de sus clientes, cada vez más empresas animan a sus empleados a aprender un nuevo idioma. Nicolas-Louis Böel, director general del grupo Altissia, nos habla de este plurilingüismo profesional que tan bien conoce.

Una biografía al servicio de los idiomas

Nacido en Burundi, Nicolas-Louis Boël habla cinco idiomas y ha vivido en varios países. Su carrera, tanto académica como profesional, se ha centrado siempre en cuestiones internacionales, idiomas, culturas y desarrollo. En 2011 puso en marcha Wallangues, un proyecto de Valonia para que todos sus habitantes puedan aprender en línea los tres idiomas nacionales y el inglés. Una novedad mundial. Desde entonces, otros países y regiones han adoptado este proyecto académico y humanista. Bruselas, con el proyecto Brulingua, también ofrece en la actualidad un programa similar accesible a todos los residentes de la región. Hoy, Nicolas-Louis Boël está al frente de Altissia, un grupo cuya ambición es ofrecer acceso al aprendizaje de idiomas al mayor número de personas posible.

¿Por qué es tan importante el plurilingüismo en el ámbito laboral?

Nicolas-Louis Boël: Bélgica es un país pequeño que necesita abrirse al exterior para crecer y prosperar. De hecho, gran parte de los productos y servicios belgas se exportan, así que aprender otros idiomas es esencial, pero esto no es exclusivo de Bruselas ni de nuestro país. En un contexto de internacionalización y digitalización, el plurilingüismo se ha vuelto esencial en todo el mundo. Para responder a las necesidades de sus clientes, cada vez más empresas animan a sus empleados a aprender un nuevo idioma.

¿No basta con el inglés?

N.-L. B.: Aunque cada vez más gente habla inglés, dominar la lengua de Shakespeare no lo es todo. En una relación comercial, hablar el idioma de la otra persona –y no solo uno común– es una ventaja. Durante los contactos iniciales, ser capaz de decir aunque solo sea unas palabras en el idioma de la otra persona marca la diferencia. Cuanto mejor conozcas el idioma y la cultura de tu futuro socio comercial, más fáciles serán las relaciones. La ONU y la UNESCO, por ejemplo, recomiendan hablar cuatro idiomas: el idioma nativo, un idioma regional, un idioma oficial y un idioma internacional.

¿Es el plurilingüismo una habilidad solicitada?

N.-L. B.: Por supuesto. Con el desarrollo de la globalización, las empresas que desean desarrollar su actividad a nivel internacional o simplemente aportar diversidad a un equipo buscan cada vez más perfiles multilingües. En Bélgica, y más concretamente en Bruselas, hay escasez de trabajadores que sean siquiera remotamente bilingües. Muchas empresas y administraciones que buscan empleados plurilingües tienen problemas para encontrarlos. Las vacantes permanecen abiertas durante mucho tiempo. Es más, cuando se pregunta a los jóvenes qué les impide encontrar trabajo en Bruselas, el idioma suele ser el primer obstáculo citado.

¿Hay algún idioma especialmente popular hoy en día?

N.-L. B.: En realidad, no. Seguimos oyendo que el chino es el idioma del futuro, pero esto sigue siendo bastante limitado. Una parte importante de la demanda sigue siendo para el inglés, que se ha convertido realmente en la lengua franca del mundo.

¿Qué papel tienen que desempeñar las empresas y sus RR.HH. en este reto políglota?

N.-L. B.: Muchas empresas ofrecen ahora cursos de idiomas a sus empleados, y esto es muy positivo. Los empresarios no deben ver los cursos de idiomas como un coste, sino como una inversión. Por supuesto, el empleado podrá hablar un idioma adicional, pero esto también tendrá un impacto positivo en el bienestar en el trabajo, el reconocimiento, la movilidad interna, el atractivo como empleador, la retención del talento, la satisfacción del cliente, etc. En mi opinión, el problema es que, a pesar de la gran oferta de cursos, los resultados no siempre se pueden demostrar. ¿Cuál es el objetivo de la formación? ¿Qué necesita la empresa? ¿Que su empleado domine la comprensión lectora, que hable con fluidez, que redacte textos escritos? Además de los cursos generales, deben especificarse otros objetivos, como redactar contratos en un idioma determinado, comunicarse con los proveedores de servicios locales, formar a los miembros del equipo en su propio idioma, etc. La formación impartida en un contexto profesional debe servir a los intereses de la empresa. No corresponde a las empresas convertirse en organismos de formación ni suplir las carencias del sistema educativo.

¿Cómo puedes animar a tus empleados a aprender nuevos idiomas?

N.-L. B.: Una empresa que necesita que sus empleados aprendan otro idioma debe ser capaz de motivarlos para que lo hagan. Esto no siempre es fácil. Los empresarios quieren que sus empleados aprendan el idioma o idiomas relacionados con su trabajo, pero aprender un nuevo idioma solo por trabajo no siempre es lo más motivador. En el pasado, la gente aprendía otro idioma para ser bilingüe. Hoy en día, es más probable que la gente aprenda un idioma para hacer algo, por interés personal. Por tanto, la clave está en convencer a los alumnos de que también obtendrán algún beneficio en su vida personal. Para que el aprendizaje de idiomas sea un éxito, hay que encontrar un terreno común entre los intereses de la empresa y los del alumno. El reto consiste en crear un proyecto que atraiga a ambos al mismo tiempo.

¿Deben introducirse incentivos?

N.-L. B.: Sí. Seamos pragmáticos: a menudo son los incentivos los que hacen que funcione. Pueden ser económicos, como bonificaciones por bilingüismo, pero también perspectivas profesionales para puestos más altos, abiertos solo a personas bilingües o trilingües, por ejemplo.

¿Cómo puedo aprender idiomas siendo adulto?

N.-L. B.: El aprendizaje de idiomas para adultos es un tema complejo. Aprender algo nuevo, aunque sea divertido, sigue siendo todo un reto. Y es más difícil aprender un idioma de adulto que de niño. Es aún más complicado cuando se aprende a distancia. De ahí la necesidad de aumentar las oportunidades de inmersión. En un contexto profesional, lo mejor es aprender el idioma practicándolo «como mejor se pueda». Atreverse es esencial para progresar. Aprender un idioma no consiste solo en adquirir vocabulario y gramática, significa sobre todo sumergirse en una cultura que no es la propia.

¿Son las herramientas digitales una amenaza o una oportunidad para el plurilingüismo?

N.-L. B.: Sin duda alguna, ¡una oportunidad! Las herramientas digitales y los contenidos multimedia permiten una inmersión cada vez mayor. Facilitan el aprendizaje de un idioma y lo contextualizan. Las nuevas tecnologías también permiten abrir el aprendizaje de idiomas al mayor número de personas posible.

Principales cifras:

  • En Bruselas se hablan 104 idiomas, lo que la convierte en la 2ª ciudad más cosmopolita del mundo.
  • En todo el mundo se hablan 7000 idiomas y en la UE se reconocen 24 idiomas oficiales.
  • El inglés es idioma oficial en 67 países. 1.300 millones de personas hablan inglés, lo que lo convierte en el idioma más hablado del mundo.
  • El 60 % de la población mundial habla al menos dos idiomas.
  • 11 es el número récord de idiomas oficiales en Sudáfrica.
  • El 50 % de los responsables de RR.HH. cree que los jóvenes no están suficientemente preparados para el mercado laboral, sobre todo en lo que se refiere a los idiomas.